El Roscón de Reyes, una deliciosa tradición

(foto: jlastras | Flickr)

Cada año el día de Reyes las pastelerías se llenan de gente que va en busca del popular y tradicional “Roscón de Reyes”. Sí, ese espectacular dulce que se puede rellenar con diferentes exquisiteces (crema, nata, chocolate o cabello de ángel) y esconde en su interior una sorpresa. ¿Pero realmente conocemos el verdadero origen de este manjar?

Lo cierto es que su auténtico origen  no está del todo claro, ya que existen varias hipótesis sobre el mismo.

En primer lugar, algunos relacionan el Roscón de Reyes con las fiestas romanas, llamadas Saturnales o también conocidas como las “fiestas de los esclavos”, en las que se tenía como objetivo adorar a Saturno, el dios de la agricultura.  Probablemente uno de los propósitos de estas fiestas era dar la bienvenida a una época de descanso tras un largo periodo de trabajo en el campo.

Esta celebración tenía lugar entre los días 17 y 23  o 25 de  Diciembre, periodo en el que se producía el solsticio de invierno. Durante estos días los romanos disfrutaban de un mayor tiempo de diversión y organizaban lujosos y variados banquetes, así como intercambios de regalos.

Se dice que durante esta celebración era muy común repartir a todo el mundo, sin importar condición social, tortas redondas con higos, dátiles y miel. Hay historiadores que cuentan que más tarde se introdujo un haba seca en el interior del dulce y a aquella persona que le tocara se le llamaba Rey de Reyes.  En el caso de que fuese esclavo ese día se quedaba libre. Luego, en el siglo IV estas fiestas paganas se convirtieron en cristianas y la celebración cambió por completo.

En este caso en Francia se comenzó a celebrar una fiesta para niños conocida como Le Roi de la Fave, (el rey del haba). Ese día era común hacer un pastel y ponerle un haba en su interior, y así coronar como Rey de Reyes a aquel niño que lo encontrara. Durante el reinado Luis XV se propagó la tradición del roscón por toda Francia. En nuestro país, fue Felipe V quien impulsó esta costumbre.

Por otro lado, los historiadores también cuentan que el  Roscón de Reyes también se relaciona  con la corona del adviento, tradición cristiana en la que a una corona de ramas se le ponen cuatro velas que representan las cuatro semanas se adviento.

Aunque su origen  e historia aún esté un poco confuso, lo único que tenemos claro es que nos encanta el Roscón de Reyes, y que si nos  encontramos el haba nos toca comprarlo el próximo año, y si por el contrario nos toca la figura de un rey mago en ese caso tenemos que ser coronados Rey de Reyes.

¡ASÍ QUE MUCHA SUERTE Y BUEN PROVECHO!