A tan sólo 8 días
para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la emoción
nos invade. Más de 200 países unidos en una ciudad compitiendo para ser los
mejores en las 39 disciplinas deportivas que conforman estos juegos.
Entre tanta emoción es inevitable mirar atrás e imaginar las
gestas de aquellos deportistas que se dejaban la piel en las Olimpiadas de la
antigua Grecia, o recordar los hitos olímpicos de los juegos modernos, los de aquellos
deportistas que nos han hecho levantar del sillón e incluso derramar más de una
lágrima.
Hoy queremos recordar esos momentos épicos de las
olimpiadas, esas imágenes que los amantes del deporte guardamos en la retina y a
que día de hoy nos siguen poniendo los pelos de punta:
Jesse Owens (Berlin
1936): 4 medallas de oro logró Jesse Owens en las Olimpiadas de Berlín en 1936,
gesta que tuvo que esperar 50 años para ser superada por Carl Lewis. Pero tiene
su significación histórica que en aquellos tiempos un atleta negro procedente
de una norteamérica bastante racista, se impusiera de tal manera en la Alemania de
Adolph Hitler. Owens tuvo que enfrentarse no sólo al resto de atletas, sino a
un sinfín de trabas impuestas a su condición racial.
Aleksandr Belov (Munich
1972): Sin duda uno de los partidos de baloncesto más controvertidos de la
historia es la final disputada entre la URRS y Estados Unidos. Los americanos
ya celebraban la victoria cuando el árbitro, en el último momento decidió añadir
3 segundos al reloj. Estos tres segundos sirvieron a la URSS para que Aleksandr
Belov anotase la canasta de la victoria que les daría el oro, una polémica jugada
que se sigue recordando 40 años después.
Nadia Comaneci
(Montreal 1976): Con sólo 14 años la gimnasta rumana Nadia Comaneci logró
un hito en la historia de los Juegos Olímpicos. Su ejercicio en las barras
paralelas fue el primer 10 de la historia, puntuado como perfecto por los
jueces de la competición. Esto sería sólo el comienzo ya que Nadia lograría
seis más, que le otorgarían el sobrenombre de “La Niña 10”, en total se hizo
con 5 medallas en estos juegos (3 de oro).
Gabrielle Andersen-Scheiss
(Los Ángeles 1984): Era la primera vez que se celebraba el maratón femenino
en unos JJOO y pocos recuerdan que el oro fue para Joan Benoit. Lo que nunca
olvidaremos son las imágenes de la llegada a meta de la suiza Gabrielle Andersen.
Gabrielle llegó al estadio completamente exhausta y tardo más de 5 minutos y
recorrer la pista seguida de cerca por los médicos de la prueba, con todo el
estadio en pie, aplaudiendo su empuje. Tambaleándose y haciendo un esfuerzo
sobrehumano para mantenerse en pié, logró cruzar la meta, dejándonos estas
imágenes para la historia:
Derek Redmond
(Barcelona 1992): El joven corredor británico era el favorito para ganar la
medalla de oro de 400 metros en Barcelona 92, pero en las semifinales la mala
fortuna hizo que su muslo se rompiera, dejando a Redmond arrodillado en el
suelo llorando. A pesar de que el resto de corredores ya estaba llegando a
meta, Redmond se levantó y cojeando con cara de dolo prosiguió la carrera, ante
la ovación de la grada y las indicaciones de los jueces para que abandonara. En
ese momento alguien salto a la pista y cuando el personal de seguridad
intentaba detenerlo gritó: “Soy su padre”. Así, apoyado por su padre y entre
lágrimas Derek Redmond cruzó la meta.
Antonio Rebollo
(Barcelona 92): Ya han pasado 20 años desde los únicos juegos olímpicos
celebrados en nuestro país, que arrancaron de forma espectacular. Jamás se
había visto algo semejante en cuanto a la forma de encender la antorcha
olímpica. Juan Antonio San Epifanio “Epi”, daba el último relevo a Antonio
Rebollo, arquero paralímpico que con una flecha encendía el pebetero.
¿Y a ti qué momento de la historia de los Juegos Olímpicos te pone la
piel de gallina?
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