19 de julio de 2012

Momentos Olímpicos


A tan sólo 8 días para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, la emoción nos invade. Más de 200 países unidos en una ciudad compitiendo para ser los mejores en las 39 disciplinas deportivas que conforman estos juegos.

Entre tanta emoción es inevitable mirar atrás e imaginar las gestas de aquellos deportistas que se dejaban la piel en las Olimpiadas de la antigua Grecia, o recordar los hitos olímpicos de los juegos modernos, los de aquellos deportistas que nos han hecho levantar del sillón e incluso derramar más de una lágrima.

Hoy queremos recordar esos momentos épicos de las olimpiadas, esas imágenes que los amantes del deporte guardamos en la retina y a que día de hoy nos siguen poniendo los pelos de punta:

Jesse Owens (Berlin 1936): 4 medallas de oro logró Jesse Owens en las Olimpiadas de Berlín en 1936, gesta que tuvo que esperar 50 años para ser superada por Carl Lewis. Pero tiene su significación histórica que en aquellos tiempos un atleta negro procedente de una norteamérica bastante racista, se impusiera de tal manera en la Alemania de Adolph Hitler. Owens tuvo que enfrentarse no sólo al resto de atletas, sino a un sinfín de trabas impuestas a su condición racial.


 
Aleksandr Belov (Munich 1972): Sin duda uno de los partidos de baloncesto más controvertidos de la historia es la final disputada entre la URRS y Estados Unidos. Los americanos ya celebraban la victoria cuando el árbitro, en el último momento decidió añadir 3 segundos al reloj. Estos tres segundos sirvieron a la URSS para que Aleksandr Belov anotase la canasta de la victoria que les daría el oro, una polémica jugada que se sigue recordando 40 años después.



Nadia Comaneci (Montreal 1976): Con sólo 14 años la gimnasta rumana Nadia Comaneci logró un hito en la historia de los Juegos Olímpicos. Su ejercicio en las barras paralelas fue el primer 10 de la historia, puntuado como perfecto por los jueces de la competición. Esto sería sólo el comienzo ya que Nadia lograría seis más, que le otorgarían el sobrenombre de “La Niña 10”, en total se hizo con 5 medallas en estos juegos (3 de oro).



Gabrielle Andersen-Scheiss (Los Ángeles 1984): Era la primera vez que se celebraba el maratón femenino en unos JJOO y pocos recuerdan que el oro fue para Joan Benoit. Lo que nunca olvidaremos son las imágenes de la llegada a meta de la suiza Gabrielle Andersen. Gabrielle llegó al estadio completamente exhausta y tardo más de 5 minutos y recorrer la pista seguida de cerca por los médicos de la prueba, con todo el estadio en pie, aplaudiendo su empuje. Tambaleándose y haciendo un esfuerzo sobrehumano para mantenerse en pié, logró cruzar la meta, dejándonos estas imágenes para la historia:


Derek Redmond (Barcelona 1992): El joven corredor británico era el favorito para ganar la medalla de oro de 400 metros en Barcelona 92, pero en las semifinales la mala fortuna hizo que su muslo se rompiera, dejando a Redmond arrodillado en el suelo llorando. A pesar de que el resto de corredores ya estaba llegando a meta, Redmond se levantó y cojeando con cara de dolo prosiguió la carrera, ante la ovación de la grada y las indicaciones de los jueces para que abandonara. En ese momento alguien salto a la pista y cuando el personal de seguridad intentaba detenerlo gritó: “Soy su padre”. Así, apoyado por su padre y entre lágrimas Derek Redmond cruzó la meta.



Antonio Rebollo (Barcelona 92): Ya han pasado 20 años desde los únicos juegos olímpicos celebrados en nuestro país, que arrancaron de forma espectacular. Jamás se había visto algo semejante en cuanto a la forma de encender la antorcha olímpica. Juan Antonio San Epifanio “Epi”, daba el último relevo a Antonio Rebollo, arquero paralímpico que con una flecha encendía el pebetero.



¿Y a ti qué momento de la historia de los Juegos Olímpicos te pone la piel de gallina?


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