Descubrir Bucarest

Palacio del Parlamento (foto: Panoramas)

Cuando pensamos en capitales europeas a nivel turístico pocas veces se nos pasa por la cabeza Bucarest. Pero la capital de Rumania tiene un potencial turístico extraordinario, capaz de encandilar a cualquier viajero,  hoy vamos a descubrir “la París del Este”.

Así se conocía a Bucarest en los años 30 y aún hoy, sus amplias y arboladas avenidas nos recuerdan a la capital francesa.  Incluso existe un Arco del Triunfo al estilo del de París, en la Avenida Kisseleff, calle más larga incluso que los Campos Elíseos. 

Además de sus grandes avenidas, Bucarest cuenta con muchas zonas verdes, como el Parque Herastrau, el más grande de la ciudad, o el Parque Cismigiu, preciosos parajes donde disfrutar de un agradable paseo.

Llama la atención la ecléctica mezcla de estilos arquitectónicos que se esparcen por la ciudad, comenzando por las más de 250 iglesias dedicadas a todos los cultos que podamos imaginar: ortodoxas, católicas romanas, protestantes, mezquitas, sinagogas, etc.  Los edificios de la ciudad son un collage de estilos que van desde el brancovenesc, o la influencia francesa hasta las sobrias construcciones de época soviética. 

Cabe destacar el Palacio del Parlamento, un impresionante edificio mandado a construir por Ceaucescu. Se trata del segundo edificio gubernamental más grande del mundo, después del Pentágono.  Otro edificio que suele ser un buen reclamo para cualquier turista es el Palacio de Vlad Tepes, fundador de la ciudad, cuya crueldad inspiró el personaje de Drácula.

Para adentrarnos en la realidad rumana, nada mejor que una visita a dos de sus museos más reconocidos, el Museo de la Aldea y el Museo del Campesino Rumano y si nos sobra tiempo y tenemos hambre de cultura podemos pasarnos por el Museo Nacional de Arte y el Museo Nacional de Historia.

No podemos abandonar Bucarest sin degustar sus platos típicos como el sarnale, una especie de rollito de carne y arroz. La bebida nacional es la tuika, un aguardiente hecho a base de ciruelas.

Bucarest puede traducirse como “Ciudad de la Alegría”. El mensaje es claro, no lo pienses más, date una alegría y reserva ya tu vuelo. Vente a descubrir Bucarest.